La Poda Cercana

Cuando Stenka empezó con el movimiento hubo mucha molestia entre las mafias, entre aquellos que, al codiciar únicamente el poder y el status terreno, al observar que el Movimiento se interponía en sus planes, que había muchas voces a nivel mundial que se estaban levantando en contra del dominio sistémico de unos pocos, de una esclavitud disfrazada, al caer en cuenta de que sus planes de enriquecimiento tan solo para un grupo selecto podrían ser desbaratados, decidieron contrarrestar con decisión a todo brote de inconformismo. No importaría si se hacían necesarias más pandemias y guerras, si se exterminaba a poblaciones enteras, si se sembraba hambre y miseria. Lo crucial sería no permitir que se fortalezca todo lo que pueda significar oposición y un llamado al orden y a la paz. En lo que al Movimiento concierne, luego de algunas reuniones planificaron hacer mucho daño a Stenka y lo consiguieron a través de la implementación de distintas estrategias. Igualmente lo hicieron con muchos de los misioneros. Luego de tantos ataques Stenka resultó desmotivado, enfermo y no veía salida para continuar con su misión. Lo mismo acontecía con sus allegados y los demás seguidores. En otras partes de la geografía se iniciaron campañas terroristas y de masacres, confiados ellos en que tenían el sartén por el mango y el control. Todo parecía indicar que no habría forma de cambiar el orden existente y el destino caótico que esperaba a la humanidad, a las personas de bien.

Sin embargo, en medio de todo este escenario de mal pronóstico, algo cambió radicalmente. Se le presentó un Ángel a Stenka y le ordenó que se levante y siga con la misión (ver en el libro). Le expresó lo siguiente:

“Hay mucha molestia en los Cielos, pues por más que se enviaron profetas, por más que se hicieron advertencias, los corazones de muchas personas siguen endurecidos, casi disecados. Por lo tanto, no sienten el dolor que causan a Dios ni al hermano, guiados por el egoísmo, la codicia y la maldad. Las tinieblas han ampliado sus tentáculos, sin que sea fácil detenerlas.

Llegó el tiempo de podar, de que muera la maleza. La Poda no tiene un sentido de venganza, de desquite de Dios hacia los pecadores, sino que es un proceso necesario, parte de un Plan Inicial. Encierra una dosis de justicia, pero más que nada es para cortar de raíz la contaminación y la maldad desmedida, cuando las mismas se han extendido descontroladamente, arrastrando incluso a los que menos se esperaba. Es necesario que los seres humanos que aman el bienestar logren tomar el camino de la reivindicación, sin ser impedidos por aquellos que avanzan en otras direcciones. Se les ha invitado a la reflexión empleando varios métodos y de muchas maneras. Dios Padre Todopoderoso en un Ser de Misericordia y está dispuesto siempre a perdonar, a brindar oportunidades de conversión. Él no condena con facilidad y antes de su enojo realiza muchos llamados. Pero cuando el daño que se está causando es muy persistente, cuando se incrementan rápidamente los adherentes a causas diabólicas, cuando el NO AL AMOR es rotundo, cuando no se quiere desechar el corazón de piedra y no se acepta la oportunidad de que el alma trascienda, entonces el castigo es inevitable y no lo decide el Altísimo sino la misma actitud empecinada en el mal por parte de aquellos humanos ciegos. La Poda es para buscar que la sociedad se depure, para evitar que haya más víctimas del mal. Después de ella deberá emerger un mejorado orden social, económico, jurídico, político y espiritual. Pues así es la Voluntad de Dios, quien estableció la Creación bajo parámetros inescrutables, difíciles de comprender para vuestras mentes, todavía en esta dimensión.

.¡Stenka, levántate ya de una vez, sal de tu encierro! Empieza desde este momento a advertir a las personas de bien para que busquen y practiquen la verdad. Pero advierte también a los malvados, para ver si así logran convertirse. Las Leyes Eternas ya están dadas desde el inicio del tiempo. Es necesario que quienes tengan aún algo de humildad y contrición en sus almas, escuchen y se conviertan antes de que sea demasiado tarde. La corrupción, la mentira, la injusticia, la codicia, la violencia, el sometimiento, los niveles tan marcados de pobreza, miseria y el individualismo deberán desaparecer al cabo de poco tiempo, a la vez que deberán ser desterradas las fuerzas del mal. Está a punto de iniciarse una nueva era, ya que se están cumpliendo algunos ciclos de la Creación. Ahora, más que nunca, hay necesidad de velar, de estar atentos a las señales de la existencia.

Quiero hacerte saber que algunas naciones poderosas y corporaciones se han unido para dar el ataque final. Pero esta vez Dios lo impedirá. Comunica a los habitantes de la humanidad para que dejen todo pecado grave, especialmente los que llevan a someter a los más débiles, a pasar sobre los más vulnerables. Indícales que este es un llamado firme hacia deponer esas actitudes: si no hacen caso de estas advertencias, perderán la oportunidad de purificación en esta vida, en condiciones de libertad. Exhórtalos a que entiendan que pronto se va a dar paso a la Justicia Inexorable, que su dureza no es otra cosa que la Misericordia Divina que corta de raíz el pecado. Las voces de los justos han sido silenciadas por largo tiempo y ha llegado el momento de que las fuerzas destructivas sean extirpadas de manera drástica. Advierte, junto a los demás misioneros, que después de los golpes que se avecinan se hará necesario aprender a vivir obedeciendo los mandamientos del amor. Dios no se complace en el sufrimiento que ocasionarán estos golpes, pero sí en las conversiones que se darán luego de que esto suceda. Hazles caer en cuenta que esta profecía viene con advertencia y con una invitación final hacia una conversión. Es posible que unos pocos sí logren escuchar lo que ustedes difundirán, que será reforzado con la fuerza del Espíritu Santo. Pero no todos lograrán despertar de su ambición, de su egoísmo y creerán que tienen el control. Entonces vendrá el castigo. Después del mismo, habrá mayor consciencia de la necesidad de mantener un gran respeto hacia los mandamientos del amor, que vienen desde el nacimiento, impregnados en nuestro corazón, pero que hábilmente las fuerzas destructivas las han logrado opacar y eclipsar. Esta vez no durarán mucho tiempo sus intentos y vendrá entonces la purificación final, después de la cual los hombres entrarán en un proceso de arrepentimiento y conversión masiva, se dará una mayor consciencia de la realidad y del propósito eterno. Entonces los seres humanos estarán preparados para organizarse adecuadamente, para aceptar la Voluntad de Dios. Y se dará paso al final de los tiempos.